A lo largo de la vida, cualquier ser humano sufrirá dolores en espalda, cuello o piernas sin saber exactamente por qué. En gran parte de las ocasiones, estas molestias que pueden variar en intensidad y frecuencia, se deben a contracturas musculares.
Todos hemos escuchado hablar de ellas, ¿pero realmente sabemos en qué consiste y por qué se producen? Con el fin de responder estas cuestiones, en Anxopol Fisioterapia hemos elaborado este pequeño artículo a modo de guía.
¿Qué es una contractura?
Los músculos funcionan contrayéndose y relajándose, de ese modo es como conseguimos realizar tareas tan habituales como levantar un objeto pesado o empujar una puerta. Sin embargo, hay días en los que las fibras de un determinado músculo se contraen continua e involuntariamente, dando lugar a las contracturas musculares.
Esta tensión constante provoca dolores de mayor o menor grado y que no podamos mover la zona afectada con normalidad. No se trata de un problema grave pero sí condiciona la calidad de vida de la persona que las padece.
Causas de las contracturas
La gran pregunta es: ¿Cuáles son las razones de la aparición de las contracturas musculares? La realidad es que no existe una respuesta única y objetiva, pues son muy variadas. A continuación ofrecemos un listado de las más frecuentes en base a nuestra experiencia como clínica de fisioterapia con casi 20 años de trayectoria profesional:
- Sobreesfuerzo. El deporte es un magnífico aliado para nuestra salud física y mental. No obstante, a veces intentamos abarcar más de lo que podemos y realizamos esfuerzos para los que no estamos preparados.
- Sedentarismo. Las personas que no están acostumbradas a hacer ningún tipo de deporte ven cómo su cuerpo responde malamente a cualquier tipo de actividad física.
- Postura estática. En ciertos trabajos tenemos que pasar horas y horas en una misma postura, lo cual puede ocasionar contracturas. Para evitarlo, cada cierto tiempo debemos descansar unos minutos cambiando de posiciones y realizando estiramientos.
- Estrés. La vida adulta conlleva una serie de responsabilidades que nos lleva a padecer estrés o ansiedad en ciertos momentos. Esta tensión constante provoca agarrotamiento de músculos y las consecuentes contracturas.
- Edad avanzada. Por desgracia, todos envejecemos y no podemos hacer nada contra ello. Es cierto que algunas personas llegarán mejor a ciertas edades en función de cómo se cuiden, pero es inevitable que con el paso de los años los músculos pierdan elasticidad. Esto multiplica las posibilidades de sufrir contracturas si se ejecutan movimientos o esfuerzos superiores a lo habitual.
- Deshidratación. El agua y otros elementos como el magnesio, el potasio o la glucosa son necesarios para que los músculos funcionen correctamente. Su déficit puede dar lugar a la aparición de contracturas.
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Si tienes cualquier tipo de dolor en músculos o articulaciones, en Anxopol Fisioterapia podemos ayudarte. En nuestra clínica de fisioterapia en Ferrol obtendrás un tratamiento fisioterapéutico a medida.
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